Cuando Golden State Warriors llega a un final de partido igualado, está claro a quién va a ir a parar el balón. Sin embargo, aunque todo el mundo sabe que Stephen Curry (33 puntos y 10 asistencias) será el encargado de lanzar el último tiro a canasta, no hay forma de pararlo. El base de los de la bahía de Oakland dio la puntilla a Dallas Mavericks a falta de 1.5 segundos para el bocinazo, obligando a José Manuel Calderón (18 puntos y 5 asistencias) a jugarse un tiro a la desesperada desde media cancha que no llegó a tocar ni aro.
Dirk Nowitzky y Monta Ellis firmaron 21 puntos cada uno por parte del conjunto texano, pero a la hora de la verdad, cuando las grandes jugadas diferencias a los killers de los jugadores convencionales, fue Stephen Curry quien acaparó los focos.
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