Los Knicks de Nueva York están asistiendo a una transformación en su juego y en resultados. Han ganado cinco de los últimos seis partidos y así sofocan una crisis que amenazaba con meter en grandes problemas a la franquicia. La clave de esta metamorfosis en el juego se encuentra en una notable mejora en la defensa. Durante buena parte de la temporada los rivales superaban con facilidad la barrera de los 95 puntos y en los cuatro últimos se han quedado por debajo, un hecho crucial para llevarse los triunfos. Además, esta concepto debe mejorar aún más con el regreso del pívot Tyson Chandler, que se ha perdido los últimos tres partidos por una enfermedad respiratoria.
También ha sido importante el resurgir de Amar’e Stoudemire, que ha promediado 10 puntos en 23 minutos en sus últimos cinco partidos. Anotó 21 puntos (una serie de aciertos de 8 tiros sobre 10) en el triunfo ante los 76ers de Filadelfia el pasado sábado. “Se está poniendo a punto de nuevo y está cogiendo confianza“, dijo Carmelo Anthony después del partido.
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